Tu alma es de metal
como címbalo que al doblarse
escupe energías de fuego
Tu alma es de acero
como hierro que se cuela liquido
entre una boca sedienta de anhelos
Tu alma de mujer
es de roca
pues no siente
y su sistema nervioso
es un paredón indolente
Tu alma no tiene alas
su ángel se marcho hace tiempo
buscando donde anidar su llanto
y ahuecar su vuelo dormido
Tu alma es como un desierto
donde solo hay tormentas de arenas
truenos y relámpagos eléctricos
Tu alma no es como la mía
la tuya es de aceite
la mía es de pura agua
Por eso no podemos seguir el mismo camino
porque cada vez que nos juntamos
tu llenas el camino de aceite y lo embarras
yo lo limpio y renuevo
y hago crecer sus plantas
Autor: Eliad Jhosué Villarroel
Foto: costas de Carúpano
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