Dame de beber la cisterna de tu alma
déjame beber la alegría de tus días
y la brisa del mar borre con su palma
tu oscura nube que forran a la mía
Dame a beber de tus ojos la dulzura
déjame beber de tu dulce algarabía
que tus besos de pasión y ternura
eliminen con su querer mi agonía
Dadme de beber de tu piel la caricia
que enerve de ilusión la fe perdida
y me embriague con tremola delicia
Dame de beber de ti mi rosa roja
y al alza de la copa empedernida
tu volcán ardiente a mi lecho arroja