Imagen: Eliad Josué Villarroel (los tatuajes son falsos)
Dedicada a mi linda vecina a cuya deseo con delicias...
Tengo días que no veo su hermoso rostro, encrespar su gesto orgulloso, lucir su tez blanca y aterciopelada, arquear dulce sus cejas pintarrajeadas y recortadas de un solo pelo y morderse de un lado sus labios gruesos, sensuales, jugosos, rosados y provocativos.
Tengo días que no veo sus ojos negros, su brillo enhebrarse en mis pupilas dilatadas, tensarla con rigor en mi piel engrinchada, traspasar mi corazón con un tierno beso lleno de ansiedades secretas, sentir su ritmo abrasivo colarse en mis huesos
Tengo días que no escucho sus pisadas, ver sus anchas caderas, sus muslos tersos, su ombligo plano y sus senos arrasadores bailar con el viento.
Tengo días que no la veo y eso me desespera e incendia mi ventana, la hace mas pequeña y oscura, las forra con unos ojos de gato en la semi penumbra y la alfombra con las penumbras del día entristecido.
Tengo días por querer mirarla, porque ella plácidamente, hace de mis días una gala, una fiesta de niños jugando trompo, papagayos y pirinolas, un enjambre de abejas dulces, picando con su ponzoña, las viejas memorias, un caminar de hormigas en el dintel, cargando su perfume empaquetado en un ojal de hojas mustias.
Tengo días por querer mirarla y el día se me hace un tren que no para y en las noches una luciérnaga que no enciende sus motores fríos...
Tengo día que no la veo
¿Puedes ayudarme amigo mío?
Decidme donde está y cura mi desasosiego... ¡Ayúdame a encontrarla!
Eliad Jhosué