jueves

LA MUJER MAS BONITA


Dedicada en su día a la periodista mas Bonita de Venezuela 

LA MUJER MAS BONITA

La mujer más bonita
Tiene que llevar un lunar en sus labios
Y una sonrisa perenne en ellos

La mujer más bonita
tiene que tener ese color de piel
que ni es blanco, negro o rojo
sus ojos color del cielo
pueden ser color del verde esperanza
o negros como la noche

La mujer mas bonita
tiene que ser como las flores silvestre
o como lirio, lagrima de Cristo, bella de las once
o una aromática rosa de cualquier matiz

La mujer más bonita
tiene que tener un rostro de líneas suaves
o bien delineadas o embargables
que sean en sus matrices luces de fuego
y en sus directrices antojos y secretos bellos

La mujer más bonita
tiene que tener una cintura de guitarra
unos senos de película
y un trasero de novela
que su contoneo al caminar
deje suspiros y emociones
y haga soñar hasta rabiar de muerte

La mujer más bonita
debe ser como los días más claros
y use vestidos escotados
rojos, amarillos, negros, azules, que se yo
se pinte los labios con acuarela de luceros
y su rime sea pintura de un arco iris de cielo.

La mujer más bonita
debe de ser la más deseada
la más amada
un todo

Sin embargo
la mujer mas bonita
tiene que saber de poesía
escribir una poesía
porque si no es linda por dentro
nunca será la mujer más bonita…

La mujer es una poesía que camina en el tiempo.

Autor del fragmento y del diseño de imagen: Eliad Jhosué 

LA VENTANA COLONIAL Y ANTILLANA



LA VENTANA COLONIAL Y ANTILLANA

Siempre quise empaquetarme en asuntos de índole aventurera, cuan hermoso es deambular por caminos nunca andados por nuestras peculiares andanzas,  totalmente desconocidos y por conocer.

Cuando niño el lejano panorama me incitaba a bordear sus orillas interminables e internarme en su sinuosidad horizontal era mi pasión, no era para menos y para mucho, el azul de fondo de las lejanas montañas, cuyas se confundía con las nubes del firmamento, me hacían soñar, delirar, desvariar y angustiarme por emprender el camino lo mas antes posible a lo que veía de antemano como un hecho irrealizable.

Una pequeña tapia de bloques fríos, un pequeño terreno, casas, aguas transparentes, pozas de destellos azulados, pantanos, lagos misteriosos, sotobosques, vías de acceso, caminos carreteros, trollas y desfiladeros me impedían tocar aquel flamante sueño infantil. Mientras esta pasión me embargaba con sutileza infinita, el sol amarillezco de las tardes pueblerinas vomitaba sobre mí,  juguetonas vibraciones necroscópicas de partículas de luz incidente y nerviosas.

En las noches veía curtirse el cielo en negro mate de vistosos luceros que sonreían al cosquilleo intermitente de las nubes, una oleada de brisa con fragancia mezclada entre castañas recién hirviendo, cangrejos asados y el aroma milenario del nostálgico y casi mágico limoncillo de la noche, eran sabores, colores y visuales, cuyos preceptos terrenales entre culinaria y recuerdos olfativos, me aturdían refrescando aquel pasaje aventurero que había de llegar algún día como la lluvia del invierno.

 Mientras el tiempo pasaba e iba creciendo en años, mi sueño aventurero se incrustaba con deseos en la ansiedad. Cerca donde me sentaba a dos metros del viejo muro, presencie la fabricación de un establo y el crecimiento de un árbol de Pan del año. Aquel sicómoro tomo altura y con su robusta crecida se incremento mi aventura. Todas las tarde después que regresaba del aula escolar corría emocionado y me encaramaba a lo alto de su copa verde,  en la altura podía acariciar sus hojas tridentes y sus frutos redondos y de corteza picuda como la del castaño, pero más pequeñas y abundante.

Allí en lo alto de la majestuosidad lozana del pícaro árbol y su extensa comunidad, tenía que hacer una batalla campar contra las hormigas coloradas y las hormigas locas, sin embargo, embelesado entre aquel mundo infantil miraba absorto la lejanía…

Y un día después de mucho tiempo vi en la distancia una ventana y en esa ventana la vi mirándome fijamente, como cuando se mira en un árbol la fruta más madura y codiciada, y vi sus lindos ojitos acuclillarse en la semi penumbra de aquel día de nubes oscuras, para desearme, para gritar con su mirar que hacia muchas lunas me esperaba detrás de aquella ventana colonial y sus follajes y decoraciones antillanas.

Un chorro de electricidad nunca antes sentida recorrió mi sangre juvenil y confundió la memoria, un ramalazo de instintos pasionales cimbreó mis inquietudes nacientes y se me revolvió el ansia, aquello era una visión inesperada…  (Fin de la I parte)  


  Autor del diseño de imagen gráfica 3D y escrito: Eliad Jhosué Villarroel

LAGRIMA DE SUDOR DE ROCÍO



LAGRIMA DE SUDOR DE ROCÍO

Hoy me levante con la aurora
pensando en ella
y para ver caer desde lo alto
la ultima gota de rocío

Rodando cuya perla del tejado
cayo algo callada
y quedase colgada en suspenso
en uno de mis ojos

En la ventana
retorno mustia
una brisa que lloraba

Un pálido grito
beso quisquilloso
sus bisagras oxidadas

Al salir descolorido el día
el recuerdo infame
me enterró su daga fría

Y aquella gota de rocío
tornase en un río de lágrimas.

Autor de fragmento y diseño de imagen 3D: Eliad Jhosué Villarroel

EL MIEDO DE TENER FRÍO


Autor del fragmento y del diseño 3D: Eliad Jhosué Villarroel

TENGO FRIÓ
(Ensayo)

Hoy no tengo
nada que contar
¡solo tengo frío!

Hoy los cuentos
son fantasmas
Arrastrados por mis penas
Me congelo por tus ansias
¡Tengo frío!

Hoy no puedo
Decir lo que ayer decía
Tengo miedo que no estés
¡Tengo frío!

Hoy no siento
Nada por dentro
¡Ayúdame a levantarme!
¡Tengo frío!

Hoy no tengo palabras
porque se me han acabado
mis lágrimas se han secado 
¡Tengo frío!

¡Hoy tengo frió!
sin nada que contar
sin nada que explicar
sin palabras
sin ti

¡Tengo frío!
y seguiré teniendo frío
porque me falta tu cuerpo