El hombre mozo,
aquel que no trabajaba
y su vida era una andanza,
de viajes largos sin motivos
y de camas bajo puentes,
Aquel hombre mozo sin aspiración
tenia una sola muda interior,
y pasaron los días
y aquel interior se fue deteriorando,
rasgando sus lados,
negreciendo su centro,
deshilachándose su tela de angustia
surgiendo hoyos
en su esqueleto de tela pútrida
muriendo sin alma su maya.
Fue un 5 de septiembre del 2011,
50 años después de su puesta,
cuando aquel viejo adefesio
sucumbió ahíto de mugre,
lanzado con su dueño
a las llamas estrepitosas de un crematorio local...
Eliad Jhosué Villarroel
Imagen de: joseluisesparcia.org