sábado



ENIGMA DE SUS MANOS QUE ME SEÑALAN MIS HUESOS
De: Eliad Josué
Imagen: Mi inolvidable, admirable y hermosa Sonya TG

Ella se irguió temprano, sus manos crucificadas con sus lágrimas se ajustaron a su silencio, sus ojos me miraron paulatinos, congelados en la retina apretinada, sin fuego que quedaran por dentro, sin chispas de pasiones pasadas, sin miradas que gritaran te quiero.

Ella bajo la cara inmutable a las consideraciones preconcebidas, su boca se cerró para callar aquellas palabras muertas, sus labios susurraron el eco del viento lejano y de ellos mano vinagre de Cristo, una gota de su saliva bendita atrapo la calle desierta, fue como un espejo donde contemplé embelesado su alma triste y sus deseos fallidos.

Paulatina levantó su mano, la extendió rígida a los cuatro vientos, fue como lanzar su perfume a las esquinas redondas de su desolación, el viento movió su pelo rubio y lo acaricio con gusto, con su mano extendida a la nada, señalo con su dedo índice hacia el horizonte perdido, señalo su culpa, descubrió los secretos de su ira y desde lo profundo de las penas, un remolinillo de fuego negro atrapo la indiferencia.

Alzó lerda su rostro sumido en penumbras peofundas, me miró con su mirada ciega y gritó en su interno, fue como una explosión sorda, insondable, embargable y ajena, cuya doblegó mis sentimientos pútridos,  en la distancia el cielo se cubrió de espesas nubes grises, de relámpagos verdes, su fulgor indómito oscilo incierto en el agua del océano, cual lo reflejo en sus olas furiosas con agitante desvelo, eran vuelo de cenizas que gritaban su nombre, que querían desgarrar sus carnes y chuparse sus huesos.

¡OH! aquel delirio corrompía mi sistema nervioso.

La noche vieja irguió su rostro blanco como la leche, brillante como un loza, fría como un témpano, un grueso sollozo broto de sus ojos desnudos y llovió y la lluvia trajo algunas mujeres que quedaban casi en el esqueleto.

La inimaginable sensación de sus labios posaron en los míos, como enjuague bucal mentolado...

LOS DIAS GRISES SON UN RELIEVE NEGRO


LOS DIAS GRISES SON UN RELIEVE NEGRO

En un relieve mire como llegabas
era una tarde de esas amarillezca
con pájaros que volaban
emigrando a otras comarcas cálidas
con el silencio que sube por la espalda 
y se acuesta con la soledad
quizá irguiendo su rostro junto al mío 
para sonreírme
con miedo incrustado en el desvarío
sintiendo la indiferencia de los días grises
y sus ojos
como lanza enfurecida 
traspasando incidente la derrota

En un relieve mire cómo te acercabas
tardío continuo con su desvelo
su color amarillezco con el espacio vacío

Porque los pájaros
ya no estaban
los días no tejían mas motivos

Porque el silencio
se había ido con su vuelo
y el alma en vez de mover sus alas
buscando fusionar algún cobijo
engarzó su vació con el mío.

Era un relieve negro aquella tarde
porque la soledad
dejo de sonreírme
se marcho caminando 
en pos de mas bríos

Porque los días grises
destiñeron su color en negro

Porque sus ojos
se quedaron dormidos

Porque en un relieve gris
vi como te marchabas

Porque mi corazón
se llenó de colores amarillos
de recuerdos
de pájaros que se habían ido...




Imagen: La hermosa modelo SONYA TG
Texto de: Eliad Jhosué

jueves

CARMELITA DE CABEZA


Autor: Eliad Jhosué Villarroel

Carmelita de cabeza es un espíritu vago
Carmelita de cabeza 
me asombra con sus notas
Y sus tormentas 
que agitan algunas formas distraídas
Carmelita es bullanguera 
con su bandera de plata desgastada
dulce con su sonrisa de asta vieja

Carmelita cuando camina 
se le ven algunos cauchos
Carmelita  intenta ocultarlos 
con su amplia bata de flores
es como una primavera arrasada 
por la cólera del verano
o las ondas mustias de un otoño 
que encandila las nostalgias
Carmelita y sus tetas 
cuelgan pendidas como vejigas desinfladas
Cuyas se dejan llevar 
por un tiempo que se cierra llorando
y vive soñando renacer 
con una juventud inretornable

Sin embargo
Carmelita me trae algo de sustento diario
en ocasiones leo sus periodos restante 
imaginarios
es como si su sangre 
se hubiera coagulado en el útero
y los vasos linfáticos 
en su sistema nervioso 
se hubiesen marchado con la lluvia
o con las lágrimas de la marejada baja


Carmelita de Cabeza
todo se le ha secado por dentro
como si su interno estuviera seco 
sin antojo alguno de sentir sed
y aunque tuviera alguna sedentes 
no la sentiría aun siendo capaz
porque la menopausia 
ha logrado perforar su vida
como una bala entrante 
que retoña dormida.

Carmelita ya no siente cualquier cosa 
incluso nada
la penetración para ella 
es un vacio en el estómago
Carmelita es un rollo encintado 
que guarda muchas letras
una guerra de recuerdos 
que atormentan su bailo terapia
es como tener vidrios hechos añicos
esparramados entre los ojo llenos de lágrimas
por eso yo amo a Carmelita 
y su pasar pensativo
ella volvió a ser una niña como en el ayer
no tan inocente
pero si con algo de inocencia…