domingo

EL PORTAL DONDE EL SUSPIRO NO QUIERE ENTRAR



EL PORTAL

El amor como todo, algún día ha de acabarse 
encerrando detrás de un portal sin llaves.

Detrás de sus puertas
el aroma de rosas blancas, 
quedara flotando entre un amargo vuelo de sinsabores,
alrededor quedaran hojas desparramadas
crecerá alegremente la maleza,
su matiz pardo y sin brillos,  serán besados por el viento
zarandeadas tristemente entre su olvido constante,
allí permanecerá un tanque full de agua con colores turbios,
sabor a acre,
y olores entremezclados...

Detrás del portal nadie sentirá sed
las ganas de sentir el liquido de la vida
es un rumor de rezos entre labios sudorosos,
en ese lugar donde nadie suspira
no habrá aves que fabriquen sus nidales
y se escuche el trinar de sus polluelos hambrientos.

Detrás del portal , no habrá techo que proteja del sudor de la tristeza
ofrezcan sombra a los recuerdos que pesan en la memoria
y alivien del calor insoportable de las horas infernales...


El cielo azul despejado
olerá intenso a pintura plateada
cientos de coronas adornaran los muros del portal,
coronas que no serán de alumbrante oro
o con incrustaciones de cuarzos baratos y pulidos.

Detrás de ese portal que nadie quiere entrar
coronaran con flores naturales y  artificiales
la cabeza inexistente del amor que ya partió sin retornos posibles,
cuyo destino misterioso
quedara marcado por un camino de baldosas,  
encharcadas con resina endurecida,
cuya resina de cera enmohecida
en la noche sera enhielada por la sonrisa fría de la luna 
en el día derretida por la  inclemencia del sol enfurecido

Este portal ,
hará recordar a todo aquel que pase empaquetado en lágrimas inconsolables,
que un día el amor ha de acabarse tarde o temprano,
inexorablemente,
irremediablemente.



Autor: Eliad Jhosué Villarroel