Dedicación muy especial para mi novia: Cley
Mujer
honorable, llenáis mis palabras con el gesto refinado de tus emociones más
sinceras, vos dispersáis en ellas todo un conglomerado de sentimientos puros,
nobles, transparentes como el agua y con analogías de un arco iris que enhebra
su colores en mi nostalgia, cuya luz de espectro blanco, se dispersáis en las
retinas de una canción, entre el fulgor inevitable de una alborada inquietante.
Sentís
en la distancia como vibráis en tu piel mis caricias abrasivas, se vos misma en
mi alma encadenada, llenad mi espacio vacío con tus gestos de hembra apasionada,
decidme en el oído que me amáis.
Venid
a mis brazos y vivid conmigo la intensidad mas volcánica y suspendida, retornáis
los pétalos en vuelo de una juventud que nunca ha pasado, extraed con ansias los
recuerdos más profundos, convertidlos en un éxtasis de querer ser amado con todas las ganas sueltas.
Acercad
a mis puertas cerradas por el olvido y limpia sus telarañas, echadle aceite a
sus bisagras y abridlas con la llave de tu alma, encontrareis en su dulce,
solitario y olvidado corazón, un mullido sofá hirviendo de esperanzas…
Quisiéreis
tener a vos para siempre atrapada en mis días de alegría, envolverme en esa
mirada que alumbráis con luz divina, localizáis con enquistéis mis días
extraviados, ¡Dejadme por favor! tocar como músico su guitarra y sus cuerdas
con armonía equitativa, dejáis adherirme
a vuestro cuerpo con ansiedad ininterrumpida, dejas vivir de tu aliento hasta
que fallezca, dejadme amada mía sentir que
estoy aquí, allá, en donde estéis o cuando tú me necesitéis...
Ayudadme
a proseguir en esta existencia que se la lleva el viento, detenéis los días y
su borrasca de quimera que no detienen sus pasos de furia, hacedlo te lo rogad
con locura y si lográis hacerlo, nuestro querer será invencible como el tiempo,
el sol, las palabras nobles o los recuerdos más sublimes.
Amada
y noble dama, querida mía, mi bella niña dulce, eres el despertar de mis
recuerdos que no te olvidan, recuerdos que ya no son recuerdos sino memorias y
de las memorias que ya no son memorias sino lo que puedo recordar de ti, porque
te amo más que la vida...
Mujer
hoy quisiera teneros, hacedla temblar de emociones dispersas y que vos lo
hagáis conmigo, dejadme Hundirme en tu cuerpo como un serafín de bruñido deseo,
cuyo bordáis con su coraza mis entrañas incendiada por tu ternura explosiva. Venid,
acercáis tú oído a mis labios y te diré algo que viaja más ligero que la luz
del sol, más insólito que el universo, más incendiado que la energía solar...
¡Habladme!
enlazáis ya tu vida a mi existencia, haced más loable y prodigiosa. Ven, Untáis
en mis pies tus delirios y haz que corran hacia mí en un fogoso vuelo de
esperanzas, perturbador, de holocausto, como dos líquidos vivientes de fuego
liquido en su búsqueda anhelada de fusionáis
para siempre…
¡Te extraño mi bello
flora! Y te aseguro que será como el ayer, el hoy, el mañana y hasta que la
muerte nos separéis de la vida.
Tuyo hasta después
de la muerte.
Autor: Eliad jhosué
Imagen: la hermosa CLEY
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