A MI ADORADA ALEXANDRA ARAY
Eres el fruto agridulce
que me llena los pesares de gustos íntimos
porque desde que te conocí
has sido para mí una gesto inolvidable
porque quiero hacer el amor contigo
vivir juntos
trajinar por los caminos más puros y divinos
y aunque nada sea perfecto
hacer de los días algo que huela a ello
porque tú me desesperas,
me vuelves un ocho
una morcilla o un bizcocho
yo como un niño me arrodillo ante ti
y lloro para que me protejas con tu ternura
y me regales tantos besos
porque eres mía y te pertenezco
Te quiero
no me dejes nunca por favor
átame a tu vida con un nudo imposible de desatar
No me engañes con palabras viles
inúndame con las palabras buenas,
aquellas que están llenas de razón,
de luz,
de deseos ínfimos,
de dulzuras refinadas,
de delicadas palabras que hagan de un día
cien años juntos...
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