UNA TARDE PARA ELLA
Autor: Eliad Jhosué Villarroel
Imagen: Pintura al oleo sobre cartón de Eliad Jhosué
Fue aquella tarde cuando premedite mi silencio,
tarde de cenizas y de viernes santo,
tarde de sollozos inconclusos y de manos que aprietan el vacio.
fue aquella tarde gris que cubrió de gemidos los lamentos,
tarde de música blanca y de canciones turbias por la nada.
Fue aquella tarde oscura que revelo el desconcierto de una lágrima fugitiva,
tarde de pájaros verdes navegando sobre olas desnudas y secretos de labios mudos.
Fue aquella tarde de indigentes vestidos de azul arenoso,
tarde de agonía de corazón partido y espíritu quebrantado por las horas en estrépito.
Fue aquella tarde de ocaso fingido en la memoria,
tarde de disturbios de brillos opacos
y el extraño corre calle de una odisea imprescindible.
Sin embargo en aquella tarde,
de infierno, de cenizas, de música blanca
y de otras vanidades negras,
fue cuando rompí mi fallido silencio,
un renacimiento de súbito congelo el tiempo
el corazón como espuma en arena de vidrio
había vuelto a renacer en una tarde de luz intensa…
solo por ella
Autor: Eliad Jhosué Villarroel
Imagen: Pintura al oleo sobre cartón de Eliad Jhosué
Fue aquella tarde cuando premedite mi silencio,
tarde de cenizas y de viernes santo,
tarde de sollozos inconclusos y de manos que aprietan el vacio.
fue aquella tarde gris que cubrió de gemidos los lamentos,
tarde de música blanca y de canciones turbias por la nada.
Fue aquella tarde oscura que revelo el desconcierto de una lágrima fugitiva,
tarde de pájaros verdes navegando sobre olas desnudas y secretos de labios mudos.
Fue aquella tarde de indigentes vestidos de azul arenoso,
tarde de agonía de corazón partido y espíritu quebrantado por las horas en estrépito.
Fue aquella tarde de ocaso fingido en la memoria,
tarde de disturbios de brillos opacos
y el extraño corre calle de una odisea imprescindible.
Sin embargo en aquella tarde,
de infierno, de cenizas, de música blanca
y de otras vanidades negras,
fue cuando rompí mi fallido silencio,
un renacimiento de súbito congelo el tiempo
el corazón como espuma en arena de vidrio
había vuelto a renacer en una tarde de luz intensa…
solo por ella
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