Dedicada a mi gran amor dominicano: Lisselot Aquino, a una morena que esta para cruzar el atlántico nadando...
La mirada
se extiende larga
recorriendo
el camino pasajero
la mirada
toma con su red
alguna sátira
la atrapa ligera
en su luz
que anda paulatina.
La mirada
grita en la búsqueda algo incierto
palpita
danzando sobre vidrios rotos
a veces
sangra de tanto caminar
La mirada
Cruza cristales de cuarzo de yeso,
esquirlas
de un crucifijo
deteriorado por anhelos.
La mirada
hacen que su iris
salte
de su cuenca inquieta
crece
como hoyo que se precipita
con alguna lluvia de sombra
La mirada
el sol le acaricia
hasta hacerle crujir de recuerdo
entonces la mirada se va nuevamente
no regresa
temeroso de su devenir me pregunto:
¿Adónde irá mi mirada?
¿Por qué ha de dejarme ciego?
¿Porqué se lleva mis ojos adonde esta esa mujer?
una doble lagrima
cuya brilla como un pobre lucero brillando,
llora por mi quebranto
llora por mi corazón aislado
llora por ella
llora por la mirada...
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