Autor del fragmento: Eliad Jhosué Villarroel
Autor del diseño grafico, imagen 3D y montaje artístico virtual: Eliad Jhosué Villarroel
CON EL DESEO MÁS INTENSO POR
DENTRO
Con el anhelo más recóndito y voraz
como un antropófago de deseos carnales incidí a besarla, su néctar cálido y
enervante brillaba difuso en sus labios temblorosos, un deseo incontrolable
recorría la punta inquieta de su lengua querendona y su líquido exquisito se
escurría como ungüento ardiente por mis labios en vigilia.
Pase con suavidad extrema la punta del dedo
sobre aquel hilo de deseos pasionales y embutido por las sensaciones más
profundas, acaricie con delirios perturbadores la punta de aquella carne viva
entre mis dedos, me acerco sus labios provocadores y cerrando los parpados
adormecidos bajo aquel fuego hechicero, apreté sus labios con furia inédita en
los míos, eran sensuales, aterciopelados, carnosos, un hibrido de tensiones
nerviosas, puras, sin control, sus labios estaban enrojecidos por el roce
constante y las frágiles mordidas enloquecidas que le propinaba con delirios
inimaginables, me sumí entre un dormitar de sensaciones indescriptibles, mi
sistema nervioso estaba a punto de colapsar.
Cerré aun mas mis ojos con una pasión
ininterrumpida y deje que miles de imágenes eléctricas se estrellaran en mi
mente con ebullición efusiva. Perdí el
control de mi existir y su lengua inundada de húmeda implosión arrasadora, impulso
que me estrellara de súbito con un cristal invisible, que interpreto con
violencia imaginaria una bulla ensordecedora y sorda.
Un calambre de fuego se deslizo
desgarrador por mi espina dorsal y rasgo con turbulencia el coxis enmudecido y
curtido por su sistema de amor intravenoso.
Mi mano derecha incendiada por millones de
cosquilleos ineludibles, se aferro con grosuras
inquietantes a sus mejillas hirvientes y la izquierda atrajo con fuerza su cuello
por la parte posterior para atraerla enloquecido, era un torbellino frenético,
interminable, inolvidable, efervescente y desbastador y con una consigna de
guerra entre la sangre, amarla insaciablemente, cuya acalorada por los
disturbios precipitados explosionaba sujeta a una ternura sin fronteras.
El deslizar de su mano por mi
pecho me paralizo el alma, un chorro de emociones nunca antes sentidas se
apoderaron con furia inédita de mi existencia oportunista.
Atrape su lengua empapada por el
sudor de los deseos y entusiasmada la
enrosco con la mía, su frescura a herbal y a menta alcoholada era alucinante,
su fuerza de tracción subyugante me absorbía las energías del espíritu que ya
no tenia y era de ella, su músculo de contracción enervante me hacia cerrar los
ojos hasta hacer brotar sabia de cristal de las lagrimas, su suavidad y succión
embargable dominaban mis antojos enloquecidos, solo deseaba pernoctar en su
boca hasta morir anudado de sus labios húmedos, exquisitos, adictos, frescos
como aguas de un rio diáfano y candentes como lavas de un volcán encendido...
Mientras transcurrían los segundos, ella
tierna, delicada y sustanciosa, desfallecía de pasión en mis brazos y no sé
cuando perdí la razón al quedar embriagado con su licor de 120º grados.
Cuando logre volver en sí ella me estaba
mirando ahogada de gemiros, llorando incesante sus sentimientos alborotados y construyendo
sensaciones por mantener aquellos anhelos apasionados y con el sabor de no
querer culminar lo iniciado.
Después de un brevísimo tiempo y de suspiros
entrecortados, volvió con violencia desbordada a entregarme de nuevo su boca con
más fuerza enloquecedora.
¡Ah! Es el deseo más intenso que
he llevado por dentro…
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